Raúl Moral: «Con Compost in Green por fin somos capaces de transferir a la sociedad aquello que sabemos»
Entrevistas, Investigación e Innovación
2 julio 2014
La formación en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela apuesta por la transferencia tecnológica y la investigación, hecho que se evidencia en la creación de empresas que surgen de las investigaciones que se desarrollan en sus instalaciones.
Un ejemplo de esta apuesta es Compost in Green SL, una empresa de base tecnológica para la Investigación, Desarrollo y Comercialización de productos de alto valor añadido a partir de residuos de naturaleza orgánica.
Hoy hablamos con el director de Compost in Green y profesor de la EPSO, Raúl Moral.
– ¿Cómo surge la idea de Compost in Green?
Compost in Green surge de la iniciativa de un grupo de profesores de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela dependientes del Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente a raíz de toda la investigación que habíamos desarrollado en los últimos 12 años respecto a la valorización, transformación y tratamiento de residuos orgánicos. Todo ese conocimiento tiene que ver con la actividad investigadora que hemos desarrollado en torno a la transformación de diferentes tipos de residuos en compost, fertilizantes orgánicos…
– La empresa tiene actualmente su sede en el Parque Científico Empresarial de la Universidad Miguel Hernández después de resultar finalistas en la 1ª maratón de Creación de Empresas de la UMH ¿Qué destacaría del proceso de creación de la empresa?
El proceso de creación de una empresa es bastante complicado si no tienes una experiencia previa, en ese sentido los servicios del Parque Científico y Empresarial y las diferentes maratones para la creación de empresas organizadas por la UMH nos han ayudado más que mucho, muchísimo. No hubiéramos sido capaces de llegar hasta el final solo con nuestra iniciativa. Nos han ayudado y asesorado en distintos ámbitos, a nivel administrativo, a nivel del registro de la empresa, sobre cómo desarrollar un plan de empresa para que refleje la viabilidad real del proyecto, …
Como idea básica a destacar de todo el proceso… hay que ser muy perseverante. Hay fases de desaliento y de sensación de abandono, pero realmente hay un acompañamiento eficiente por parte de la Universidad Miguel Hernández, sin cuya ayuda hubiéramos muerto en el intento.
– ¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado durante el proceso de poner en marcha Compost in Green?
Quizá la parte más delicada y compleja ha sido realizar el acuerdo de socios, el acuerdo de transferencia de conocimiento, puesto que el conocimiento del que disponemos los miembros investigadores de la Universidad Miguel Hernández se transfiere a la empresa generada y es un valor añadido que la Universidad pone en dicha empresa y por lo cual la Universidad tiene un porcentaje del accionariado.
Delimitar claramente cuáles son los conocimientos técnicos, científicos y tecnológicos que se aportan por parte del grupo investigador, y por tanto por parte de la UMH como institución a la empresa de base tecnológica , start-up, o como queramos llamarlo, es quizá la fase más compleja, así como todo el tema de registros, obtención de cif, y toda la interlocución con la administración.
– ¿Y la mayor satisfacción?
La propia creación de la empresa ha sido la mayor satisfacción, aunque quizá destacaría la sensación de que por fin somos capaces de transferir a la sociedad aquello que sabemos, gracias no solo al proceso de investigación y publicación de resultados de investigación. Y es que en el mundo científico tenemos ya un cierto reconocimiento porque son muchos años trabajando en ello y realizando publicaciones, y lo que ahora más nos satisface es que desde fuera se perciba que toda esa inversión que se ha realizado en la universidad y sus equipos de investigación puede ser transferida a la propia sociedad y puesta en valor.
«Por fin somos capaces de transferir a la sociedad aquello que sabemos»
– ¿Qué papel juegan las instalaciones de la EPSO en la puesta en marcha de Compost in Green?
Las instalaciones de la EPSO en la puesta en marcha de Compost in Green tienen un rol importante puesto que nos han permitido transitar desde la investigación pura a escala pequeña a una validación real que si no llega a la escala de comercial, si se aproxima. No es lo mismo fabricar un par de zapatos que fabricar mil zapatos, no es lo mismo validar unas propiedades de un producto, de un fertilizante en este caso, que producirlo a escala de toneladas como somos capaces de hacer en las instalaciones de la EPSO. Unas instalaciones que además son modélicas gracias a que han sido dotadas, año tras año, de grandes mejoras, con el esfuerzo y la conquista de recursos competitivos por parte de nuestro grupo de investigación, junto con el apoyo inestimable y continuo del Vicerrectorado de Investigación, y otros Vicerrectorados de la Miguel Hernández, que han apostado claramente por dotar a la Universidad de una instalación de máxima calidad que sirve de forma dual para las actividades docentes, las actividades de investigación, y ahora las actividades de transferencia.
Quiero de todas maneras aclarar que la empresa Compost in Green tiene en su plan de negocio producir comercialmente en instalaciones externas a la Universidad, por lo que la universidad y estas instalaciones de la EPSO servirían para realizar esfuerzos de desarrollo de producto, no de producción.
«Las instalaciones de la EPSO servirían para realizar esfuerzos de desarrollo de producto, no de producción»
– A nivel logístico ¿De dónde obtienen la materia prima para la elaboración del compost?
El espectro de materiales que se pueden utilizar para compostaje es muy amplio, oviamente la transferencia, nuestra capacidad y nuestro conocimiento va más allá del simple listado de estos materiales sino tanto en el proceso de mezcla, elaboración, porcetaje de intervención de cada uno de los materiales, procesos de desarrollo start-up y seguimiento del proceso, así como una serie de procesos adicionales en el refinado y adecuación del producto final que confieren a Compost in Green y a la actividad de nuestro grupo un alto valor diferencial que los clientes están apreciando.
La materia prima para la elaboración de los composts se centra fundamentalmente en residuos, aunque residuos es un concepto amplio y complejo ya que en función de la economía de mercado un material que actualmente se considere como residuo en un breve plazo puede transformarse en un subproducto, en un coproducto, e incluso en un material de alto valor añadido. Por esta razón nosotros al final preferimos decir que trabajamos con restos vegetales, restos procedentes de explotaciones agrícolas en la parte de podas, en la parte vegetal no comercial. También trabajamos con estiércoles en algunos ámbitos, y a nivel de investigación también podemos trabajar con lodos procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales agroindustriales. Además, tenemos una ámplia experiencia en proyectos de investigación de desarrollo de productos fertilizantes en base compost a partir de múltiples residuos como puedes ser aquellos procedentes de la biometanización de residuos ganaderos y otros materiales, y hemos sido referente nacional en la valorización de restos procedentes de bodegas e industrias de destilería de vinos.
«Hemos sido referente nacional en la valorización de restos procedentes de bodegas e industrias de destilería de vinos»
– ¿Cuál es el perfil de sus clientes?
Los clientes de Compost in Geen tienen dos perfiles básicos. Aquel industrial, administración, o entidad que posea un residuo y que su gestión no se encuentre optimizada y por tanto quiere encontrar a un gestor de residuos y que le de salida a ese material dentro de su cuadro de negocio. Y un segundo tipo de cliente sería aquel que demanda el material final, por tanto el fertilizante orgánico, el compost que nosotros fabricamos. Por tanto dentro del tipo de cliente final podríamos encontrarnos con agricultores, sector de la agricultura orgánica, sector de la horticultura intensiva, sector citrícola, sector de leñosos… en resumen , cualquier actor del sector agrícola que quiera o necesite un material fertilizante orgánico de alta calidad.
– ¿Y en cuanto a la perspectiva de futuro?
Las perspectivas de futuro de Compost in Green son inmediatas en la medida en que estamos en un fase de nuestro plan de negocio que implica la ampliación de la empresa de cara a la instalación de una planta de tratamiento y de producción de compost a una escala importante, que multiplique por 10 por lo menos nuestra capacidad de producción actual a nivel de piloto. Esto implica la búsqueda de socios estratégicos en el sector de la generación de los residuos y de los poseedores de residuos, así como de usuarios de fertilizantes orgánicos, que permita la implantación de dicha instalación. Actualmente tenemos contactos avanzados con potenciales socios estratégicos y esperamos que en el plazo máximo de un año podamos tener un avance significativo en este ámbito.
– Como emprendedor tiene un conocimiento en primera persona de lo que conlleva montar una empresa ¿qué consejos les da a sus alumnos a la hora de emprender?
A este nivel me considero una persona novata, por lo que no me veo como la persona adecuada para dar consejos sobre emprendimiento, aunque pienso que es muy importante identificar el valor de la idea que se quiere poner en marcha, perfilar el plan de empresa sin querer conquistar el Everest, si no conquistando cada día una pequeña colina, lo que significa que es mejor trabajar con retos inmediatos que signifiquen un avance de la empresa. Además, hay que asumir que en el proceso de emprender se acumulan tanto experiencias positivas como negativas y que ante cada resultado negativo hay que volver a intentarlo a través de diferentes enfoques de esa idea por la que se ha apostado. Básicamente, hay que creer en uno mismo.